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martes, 31 de enero de 2012

¿Invertir, ahorrar o emprender? (2da parte)



Esta es la segunda parte del artículo: ¿Invertir, ahorrar o emprender? (si no lo ha leído aún, le recomiendo lo lea antes de continuar la lectura de esté, puede acceder a través de este enlace).

Partimos del primer artículo, sobre la necesidad de plantearse dos preguntas claves: ¿tiene capacidad de sobrevivencia (es decir, pagar alimentación, servicios básicos y otros) sin tocar ese capital?. Si la respuesta es sí, la otra pregunta es ¿por cuánto tiempo?.

La respuesta le permitirá determinar los factores decisivos principales, los cuales son: el monto, el tiempo (que puede mantenerse sin tocar este capital), el riesgo, el beneficio esperado y la actividad que usted decide realizar mientras tanto. Siendo los dos primeros, ya explicados en la primera parte de este artículo.

Ahora, continuamos estudiando el riesgo, el beneficio esperado y la actividad simultánea que es posible realizar. 

Riesgo: El nivel de alarma o de riesgo a tolerar en el manejo de su capital, va directamente de la mano del otro factor: el beneficio esperado, por lo cual, ha mayor riesgo asumido, es mayor la posibilidad de beneficios, por ende, en el orden eminentemente de posibilidad de perder el capital invertido, quien comanda la lista es invertir (ya que no conoce la información privilegiada de la empresa o del gobierno, y su posibilidad real de pagar los beneficios, o el valor de su acción pueda caer, lo cual la hace no transable –so pena de perder capital por adelantarse al momento de venta- o incluso, que el Estado o empresa se declare en cesación de pagos, que es casi igual a la pérdida real de su capital. Sin embargo, la mayoría de estos factores son circunstanciales, por ende, para poder invertir su nivel de pánico o de riesgo capaz de resistir debe ser alto); mientras, emprender, si bien puede recibir ingresos inmediatamente al momento del inicio de las actividades del emprendimiento, también es cierto, se basa únicamente en ese medio para su sobrevivencia, por lo cual, su pérdida por robo o accidente de algún factor de producción –el carro en el caso del taxista o el horno de vidrio, en caso de quien vende empanadas-) puede significar el fin del emprendimiento (por incapacidad económica de sustituirlo, ya que se parte que se invirtió el capital casi en su totalidad). Igualmente, una enfermedad o cualquier condición que impida su atención directa –al emprendimiento- puede afectar el mantenimiento del ingreso (simplemente, si no trabajas hoy, no hay ingreso hoy). Se puede considerar que el riesgo es medio, ya que son factores excepcionales, pero existentes en el día a día del emprendedor por sobrevivencia, sin incluir, que la capacidad de generar ingresos del emprendimiento pueda ser reducida o menor a la esperada. Por supuesto, la única isla en cuanto a riesgos (salvo, quiebra del banco), es el uso del ahorro, ya que su capital está garantizado por el banco, al igual que el pago del “interés” o beneficio. En el factor a la tolerancia al riesgos, mientras menor sea está, lo recomendable es: Ahorro, emprendimiento o inversión (esta última como más riesgosa).

Beneficio Esperado: “A mayores riesgos, mayores recompensas”, es un dicho muy popular en Venezuela, por supuesto, a menor tasa de riesgo, menor los beneficios que se pueden obtener. Así, los ahorros parten de un techo de ingreso máximo por un tiempo determinado, normalmente inferior a la inflación, pero su capital inicial (por lo menos nominalmente hablando) se encuentra completo. En la inversión, existe un aproximado que cualquier experto puede determinar cómo techo y piso, para transar (vender) la acción, o para esperar como reparto de beneficios (dos veces por año, normalmente), por supuesto, siempre es posible que sea mayor o menor a lo esperado, por lo cual, debe tratarse este capital como un accesorio y no como la vía principal de mantenimiento familiar. En el emprendimiento, no existe límite (ni techo, ni piso), pero la responsabilidad de obtener el beneficio recae directamente sobre el emprendedor, por lo cual, asumiendo un riesgo medio, se puede obtener mayores beneficios (aunque, el tiempo de duración de las actividades empresariales de las nuevas empresas – normalmente, inferior a cinco años – nos indican, que un emprendimiento exitoso, y por ende, sostenible en el tiempo, es la excepción y no la regla), pero ello, no es sinónimo de que el emprendedor no haya obtenido mayores beneficios que con los otros dos instrumentos.  

Actividad Simultánea: El ahorro no requiere de mayor tiempo por parte del ahorrista, salvo pasar por el banco a retirar su beneficio (mensual o según el tiempo pautado en el instrumento de ahorro), por lo cual, puede dedicarse a seguir  buscando un trabajo asalariado o investigar sobre ideas de negocios (puede conseguir una herramienta para evaluar las ideas de negocio por este enlace), para posteriormente invertir. En el caso del inversor, el mismo implica una comunicación relativamente frecuente con su agente de inversión (que es el profesional encargado de la compra-venta de las acciones y de su asesoría en la materia), y una recomendable lectura de los indicadores económicos de la empresa o Estado, donde tenga invertido el capital, sin embargo, esto no limita su capacidad de trabajar o buscar empleo, por lo cual, requiere un poco más de tiempo que la primera actividad, pero no es limitativo en la realidad del inversor. El emprendedor, debe apasionarse por su emprendimiento, por lo cual, la realidad es que no tendrá tiempo y/o energía para poder seguir en la búsqueda de trabajo. El emprender es una decisión de tiempo completo, por lo cual, la posibilidad de obtener otro ingreso mientras el emprendimiento está en funcionamiento, se reduce duramente. Si desea obtener un trabajo asalariado, el emprendimiento puede ser su peor opción.  

Como se puede leer, para poder decidir que opción es la más acorde para usted, requerirá primero delimitar el monto del capital, el tiempo (que puede disponer sin necesidad de emplearlo), el riesgo que es capaz de asumir, el beneficio que usted espera obtener y las actividades simultáneas que usted desea realizar, mientras invierte, ahorra o emprende con el capital disponible. No es una decisión sencilla, pero analizando estos factores, puede ayudarse a decidir.

Fernando Fuentes Pinzón
@emprendovzla

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