El término necesidad, se refiere a una
carencia conocida (o por lo menos, percibida) y a su deseo de remediarla; Esta
condición personal va de la mano de una iniciativa emprendedora exitosa, sin
embargo, existen tres vías o modalidades, para que interceda dentro de un proyecto emprendedor,
y así la estudiaremos:
1.- La necesidad como elemento iniciador:
Este es el peor escenario, se ha quedado en Paro o Desempleado, o simplemente,
no desea continuar con su trabajo actual, por lo cual, decide emprender. Sobre
este cuadro, que no es recomendable, ya hemos hablado en otro artículo titulado:
“Las causas nocivas para emprender”. Sin embargo, también puede entenderse
como el deseo de llenar con un producto o servicio, que no existe en el área
específica seleccionada, por lo cual, usted desea resolver dicha situación, en
este caso, la necesidad se convierte en el elemento motivador, el que
estudiamos a continuación.
2.- La necesidad como elemento motivador:
Este es el chispazo que permite estar en presencia de una idea ganadora, una
iniciativa que procure llenar una necesidad detectada, o incluso, estimular una
nueva manera de llenar esa misma necesidad. Esta faceta, trae otra necesaria en
cualquier emprendimiento: la innovación (es decir, donde está lo diferente de
tu servicio o producto, en comparación con lo que existe actualmente).
3.- La necesidad como elemento integrador: La
incapacidad de hacerlo todo, es el elemento denominador de requerir socios, los
cuales pueden ser desde financistas de la actividad, hasta aquellos, que
aportan capacidades que el emprendedor no tiene; este último debe ser el más
buscado por un emprendedor, ya que se está buscando un compañero de fórmula
para el futuro, mientras, el capital, es la semilla para arrancar, que tiene
una fecha de caducidad (cuando produzca ingresos suficientes para mantenerse).
Y en su proyecto emprendedor, ya logró
determinar ¿dónde se encuentra la necesidad?, si no, piénselo antes de
emprender.
Fernando Fuentes Pinzón
@emprendovzla
1 comentarios:
El punto clave es conocer bien las necesidades del cliente potencial, del segmento de mercado al cual vas dirigido ver el macroentorno y las tendencias futuras adelantarse a las actuales y futuras necesidades del cliente, darle lo que el valora del producto o servicio, y conociendo bien eso crear la estructura organizacional más eficiente para el logro capitalizar las estrategias competitivas (macroentorno) y generar las ventajas competitivas institucionales en relación a la competencia para mantener el rendimiento superior sostenible y tener mayor ROIC y crecimiento del EBIT que los competidores, ahí esta el éxito en dar un producto de calidad y valor para el cliente, ganar mercado y ser rentable constantemente, innovador y mejora continua.
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