La Responsabilidad Social: una oportunidad para América Latina

América Latina ha sido desde hace mucho tiempo, una de las zonas más desiguales en el mundo, y eso significa que una porción importante de los habitantes del área no tienen acceso no sólo a oportunidades de superación, sino a cosas que damos por hechas como: acceso a agua potable, vías de acceso, transporte público, áreas verdes o servicios médicos cercanos.

Por eso, las empresas consolidadas o los nuevos emprendimientos deben tener como "mantra" u obligación, el hacer algo para que cada día más personas puedan superar la barrera de la pobreza, y en particular la extrema, que no sólo es la falta de capacidad económica, sino que parte de la falta de capacitación, respaldo, apoyo a la iniciativa popular, la formalización de las viviendas (y sacarlos de zonas de peligro), creación de hábitos saludables (cepillarse, bañarse, lavarse las manos), que podríamos dar por hecho, pero no es cierto en muchas partes de cualquier ciudad latinoamericana. 

Por ende, ¿Cómo debe pensarse la responsabilidad social en ese ámbito?, pues desde el apoyo a las ONG que laboran dentro de la región, pasando por campañas de concientización de hábitos saludables o principios económicos que les permitan entender el funcionamiento de un presupuesto y aprender a soñar su futuro, y los pasos necesarios para llegar a él. Porque el primer paso para poder salir de la pobreza, es poder soñar con un futuro mejor y cercano.  

Por otra parte, la Responsabilidad Social puede verse como un nicho de mercado con respuesta importante: la adaptación de productos sociales, es decir, aquellos que permitan optar a responder algunas necesidades básicas como la higiene o la salud, pero que no respondan a marcas de gama media u alta, esto para permitir el acceso a bienes, o por el contrario, pueden usarse las marcas claves, pero adaptadas al consumidor de escaso recurso (tamaños más pequeños, menos mercadotecnia, etc). No es regalar un pomo dental, es crear un producto que puedan acceder bien por donación relacionada a un esfuerzo: estudio, iniciativa, trabajo, etc o, bien apoyo por una situación especial: actos de la naturaleza (como un deslave, terremoto, etc), indigencia, embarazo precoz, trabajos de hogar exclusivos, etc. Entonces, bajo esta óptica no es un regalo (conducta que hay que evitar) ya que sin darle mayor apoyo se crearía un círculo vicioso, sino un acto de solidaridad para permitir que la persona salga de esa situación especial lo más pronto posible, creando u apoyando planes que permitan dicha solución. 

Por eso, iniciativas como las de las empresas más grandes que operan en la región, deben servirnos de ejemplo para hacerlo también. 

Todos debemos contribuir para lograr una reducción de las brechas de desarrollo social en nuestras ciudades o de apoyo en situaciones excepcionales, de las cuales ninguno de nosotros escapa. 

Ignorar este problema de inequidad no hará que desaparezca sino que por el contrario, crezca y nos termine de una u otra manera afectando a todos, tanto en el factor económico como en el social, pero además, hacerlo nos puede ayudar a crear futuros clientes para nuestros propios emprendimientos, al empoderar a más personas para su propio desarrollo. 

Las bases para entender a la responsabilidad social en Latinoamerica no puede ser la del regalo, sino la del desarrollo e inversión (ya tendrá un retorno social), en las áreas prioritarias de educación y salud en las comunidades de todos los países de la región.  

Un niño hoy sin educación o salud, será un peso mayor cuando sea un adulto, sin conocimiento o enfermo, recuerda que si por el contrario se invierte en él hoy, se podrá tener una persona que enriquezca a su comunidad, bien sea emprendedor, profesional, artesano, artista, o un buen ciudadano. 

Este artículo fue patrocinado por P&G, pero lo publicado son exclusivamente mis opiniones personales. 

Fernando Fuentes Pinzón

www.emprendovenezuela.net

@emprendovzla 

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