El día de ayer (domingo 13 de mayo), era reemplazado el Director Ejecutivo de
Yahoo, recientemente nombrado (en enero de este mismo año), Sr. Scott Thompson, por
haber mentido en su currículo.
De nada valió los buenos números logrados en tan
corto tiempo frente a Yahoo (un aumento de más del 25% de sus beneficios en el primer trimestre del 2012), o sus anteriores cargos administrativos frente a
otras empresas del área tecnológica como Paypal (parte del grupo Ebay).
Todo esto empezó en mayo del 2012, hace menos
de 15 días atrás, cuando un grupo de accionistas descubrió, haciendo una
pequeña investigación, que el Ex-CEO de Yahoo afirmaba ser Licenciado en
Contabilidad y Ciencias de la Computación, información que fue publicada en el propio
sitio de la empresa como cierta, aunque solamente había estudiado y obtenido el
título contable.
En el fondo, poco importa esto (el nivel de la mentira), lo que se está discutiendo son los
valores que pueden aceptar los accionistas de la empresa, y la deshonestidad no
es uno de ellos.
En los tiempos actuales, de acceso casi
ilimitado a la información, dar datos falsos en un currículo, es una pésima
idea, ya que la facilidad para confirmar la misma, es cada vez mayor, por lo
cual, si esta condición se descubriera, inmediatamente te desacreditará para el
cargo al cual aspiras, ya que significará que no eres de confianza.
Una administración empresarial, y los negocios
en general, deben basarse en la confianza recíproca para poder ser exitosos, en
caso contrario, sólo se crearán pequeños cotos empresariales, que no lograrán
complementarse para crear ecosistemas de valor agregado, y serán consumidos por
competidores, con proveedores, bancos y clientes que confían en ellos y
viceversa.
No existe en materia laboral, una categorización
de mentiras, por lo cual, no es correcto pensar que decir una “pequeña” en la
solicitud que se llena, hará una diferencia mayor, que una de otro “tamaño”.
Por ejemplo, dar por sentado competencias que
no se tienen, como un manejo adecuado de otro idioma, será fácilmente reconocible durante el ejercicio laboral, y será difícil de olvidar un
incidente de ese nivel, para un personal de Recursos Humanos.
Recuérdese que los humanos somos seres
sociales, que ademas nos juntamos por intereses comunes, por lo cual, no es
raro la amistad o por lo menos, cortesía profesional entre los reclutadores de
empresas diferentes, e incluso, rivales, por lo cual, una llamada de uno a
otro, para preguntar sobre desempeño u opiniones de ex-empleados en trabajos
anteriores, no es una costumbre ajena a nuestro día a día corporativo.
Si desea obtener un puesto (y más aún, conservarlo), sea sincero en su currículo y en sus capacidades, que a la larga le será mucho más provechoso,
además de empezar con buen pie, en la empresa que lo contrata. Véase en el
ejemplo del Sr. Thompson, donde la eficiencia no es suficente para reemplazar
un valor moral como la honestidad.
Si desea conocer un poco más sobre el tema de
la honestidad en el trabajo, puede leer este artículo.
Fernando
Fuentes Pinzón
@emprendovzla