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jueves, 23 de junio de 2011

Los Beneficios y la Rentabilidad



Para gerentes incipientes

Los beneficios y la rentabilidad fueron a pasear un día, más pudo la renta que te tenía… bueno, y así va la historia, el beneficio es la gasolina que mueve a una empresa, no tanto como el motivo último de sus accionistas o propietarios, sino, como la necesaria fuente de energía constante que se requiere, para continuar con sus movimientos. Sin embargo, es la rentabilidad, lo que la hace atractiva. Sin beneficios no existe la empresa, sin renta, no atrae. Pues bien, vamos a estudiar someramente ambos y dar unas fórmulas sencillas para medirlas.

Para determinar que es el beneficio y qué es la rentabilidad, debemos partir por definir al primero, el beneficio, se entiende como el ingreso liquido de la empresa menos los costos, en un periodo de tiempo determinado. Normalmente, se denomina Beneficio Bruto, para obtener el Beneficio Neto.
Antes de dar un ejemplo del concepto de beneficio, es necesario repasar el concepto de costos, por lo cual, recomiendo revisar este enlace sobre Costos.

Ahora bien, si mis costos sumados son de 10 dólares y mis ingresos de 20 dólares, tengo un beneficio de 10 dólares. Sí, pero eso no significa que te has enriquecido 10 dólares, ya que una vez determinado el beneficio bruto, hay que restarle otros costos asociados al dinero propiamente dicho, esto es, el costo de oportunidad, los intereses (en caso de venir de un crédito) y la inflación. Estos tres puntos, del costo del dinero, lo trataremos en un artículo posterior.

Otro aspecto importante para entender el concepto de beneficio y rentabilidad, es no confundir el denominado cash flow (fluido de dinero) con los beneficios brutos, ya que el primero se refiere a todo el ingreso liquido obtenido por la empresa, en un momento determinado, por cualquier causa (eso incluye la venta de activos, como una nevera o local), eso significa que no se requiere terminar un proceso comercial (producción, transporte, venta y pago) para obtenerlo, mientras, que el denominado beneficio, sí requiere de la culminación de un proceso comercial, lo que incluye el pago del cliente.

Recuérdese que a nivel industrial, es común darle crédito al cliente, lo cual, mantiene dos cuentas separadas: lo facturado (lo vendido a nivel de papel) y lo cobrado (cuentas pagadas). La resta de ambos produce las temidas cuentas por cobrar, que representan un dinero obtenido con mayores costos (tanto de oportunidad como para los efectos de hacerlos efectivos) por parte del empresario.

Entonces, como determino la rentabilidad de un periodo dado, pues existe una fórmula clásica, sobre el retorno financiero de la inversión, normalmente calculada por periodos medios (6 meses mínimos): Beneficio Bruto/Capital invertido.

Ejemplo, en esos 6 meses, se pagaron 4 salarios (x6), servicios públicos, impuestos, materia prima, alquiler, compra de equipos (o pago parcial), etc. Eso será el denominado capital invertido, y es el divisor de los beneficios brutos. Al resultado, se le mide en porcentaje.

Este es un tema un tanto largo, que se ha divido en tres entregas, la próxima semana debemos culminar el mismo, mientras, te recomiendo profundizar un poco más sobre este tema, y así evitar descapitalizarte en medio de una abundancia de dinero que entra (o cash flow).

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