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lunes, 11 de febrero de 2013

La renuncia del Papa y los emprendedores



La renuncia del Papa, es un acto absoluto de sinceridad que debería servir de ejemplo a nuestros líderes, bien sean estos Gerentes, Emprendedores o Políticos, con respecto a la incapacidad sobrevenida no sólo por efectos de la salud, sino de no lograr entender los tiempos modernos y cambiantes que se viven actualmente. 

Por ello, el tema de la renuncia, de poner fin a nuestra labor, debería ser una de las bases principales en cuanto a la formación gerencial, no sólo para ir preparando a la generación próxima a sucedernos (al relevo, pues), sino por el propio beneficio de nuestro emprendimiento o empresa. 

Por supuesto, lo más difícil de vencer es la parte afectiva en esta decisión, no es igual estar en el epicentro de la acción, a dejar que esta sea llevado por otro mientras que nosotros miramos (y a lo sumo, opinamos).

Tener hijos y verlos crecer y hacer su propia vida, puede ayudarte a entender este proceso. Un buen padre, los prepara para no necesitarlo en un futuro. 

Un buen gerente, prepara a la organización para cuando él ya no esté. 

Un emprendedor, debe seguir estos ejemplos para su accionar, y crear equipos, planes de sustitución, pero lo más importante, debe poder renunciar no sólo a su puesto, si el mismo perjudica el crecimiento de su emprendimiento, sino incluso a las metas o planes para lograrlo, si se ha comprobado que el mismo no es factible. Y volver a comenzar.

Esa es la vida del emprendedor. La consolidación del emprendimiento, te convierte en empresario, comenzar de nuevo, en emprendedor, esa es una diferencia no menor. 

Comparto la carta pública (con resaltados propios) que publicó hoy (11 de febrero del 2013) el Papa Benedicto XVI


"Queridos hermanos,

Os he convocado a este consistorio no sólo para las tres canonizaciones, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino. Soy consciente de que este ministerio, dada su naturaleza espiritual esencial, debe ser llevado a cabo no sólo con palabras y hechos, sino también con oración y sufrimiento. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a cambios tan rápidos y sacudido por cuestiones de profunda relevancia para la vida de la fe, de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarias tanto la fortaleza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mi que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me confió. Por esta razón, y muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me concedieron los cardenales el 19 de abril de 2005, de tal modo que a partir del 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la Sede de Roma, la Sede de San Pedro, estará vacante y se convocará un cónclave que elegirá al nuevo Pontífice Supremo.

Queridos Hermanos, os agradezco muy sinceramente todo el amor y el trabajo con el que me habéis apoyado en mi ministerio y os pido perdón por todos mis defectos. Y ahora, confiemos a la Santa Iglesia al cuidado de nuestro Supremo Pastor, a nuestro Señor Jesucristo, e imploremos a la santa Virgen María, para que ayude a los cardenales con su solicitud maternal, a elegir al nuevo Pontífice Supremo. En cuanto a mí, deseo servir devotamente a la Santa Iglesia de Dios en el futuro a través de una vida dedicada a la oración" (Tomado del Economista.es hoy 11 de febrero del 2013).

Su despedida nos debe llamar a la reflexión con respecto a la capacidad y los liderazgos, y las consecuencias que tienen para sus empresas tratar de mantenerse aferrados a sus cargos a cualquier costo. 

Fernando Fuentes Pinzón
@emprendovzla

1 comentarios:

Willian Mogollón dijo...

Realmente pienso; que se debe renunciar cuando no has sabido formar y unir los equipos de trabajo necesarios para cumplir con la labor encomendada, pero cuando si lo has hecho y los que te siguen tienen el norte claro de cual es la dirección a seguir y has creado la conciencia en las personas que ese es el rumbo, pues no debes renunciar, ni siquiera por capricho de unos pocos. Este Señor renuncia porque simplemente se le escapo el catolicismo de sus manos...algo distinto al socialismo que ahora mas que nunca se encuentra arraigado en la conciencia ciudadana, porque los venezolanos ahora mas que nunca nos sentimos protagonistas de la historia que comenzamos a vivir y no extras como nos tuvierón por largos 40 años...

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