Dedicado
a Fabianita
Un
curioso hashtag que he visto insistentemente en estos días por parte
de los twitteros periodistas españoles dice muy lógicamente “#gratisnotrabajo”,
y me obliga a replantear un poco el modelo actual de producción de
contenidos, medios digitales y modelos de negocios.
Sin
embargo, resulta algo curioso, que el #hashtag se haga a traves de una
red social, que no cobra ni paga por su uso, y suponiendo, que los
ingenieros detras de Twitter tambien quieran cobrar, como algo
natural, me abstengo de usarla para evitar la explotación que
seguramente le estan haciendo a estos empleados, así que decido
comentarlo en mi otra red social: Facebook, que tampoco me cobra (ni
me paga por cada foto o comentario que subo a su red), pero uno
sospecha que debe estar ganando muy bien, ya que la publicidad online
parece ir subiendo en las redes sociales (en detrimiento de otros
medios).
Mientras
hago estas reflexiones, las voy escribiendo en mi Writer de
OpenOffice, por el cual no me han cobrado nada y reflexiono que los
ingenieros o entusiastas detras de este sistema deben estar pidiendo
unas monedas en el metro, mientras que programan a traves de un
carton mojado (obviamente, no pueden costear una pc, ni mucho menos
una tableta).
Como
tanta gente está haciendo cosas sin cobrar, y ser esto tan irreal,
decido hacer una búsqueda en Google (que tampoco cobra) por medio
de mi Firefox (desarrollado gratuitamente), para encontrar el término
Gratuidad en Wikipedia (que tampoco paga a sus escritores),
pero me es insuficiente, y decido observar unos documentales
durísimos contra el sistema que permite compartir contenidos sin un
cobro justo, que se publicaron en Youtube (ironicamente, gratis), por
parte del usuario #notrabajogratis.
Dejando
de lado los ejemplos más evidentes (Linux y Ubuntu), simplemente los
tiempos están cambiando aceleradamente los modelos de negocios, y la
creación de contenidos no escapan de esta transformación.
Para
que al público le interese “comprar” acceso a su opinión debe
tener un grupo de personas interesadas, y eso no se consigue sino por
medio del libre acceso a la misma, hasta que tenga una reputación
suficientemente consolidada para solicitar un pago para acceder
(sistema empleados por algunos de los periódicos más importantes
del globo), o bien, buscando empresas interesadas en publicar en sus
páginas (publicidad tradicional), creando contenidos a la carta
(pago por artículo, según sea publireportaje o noticioso) o por medio de donaciones con el proyecto por parte de sus usuarios (como Wikipedia).
Cuando
usted publica en una página consolidada, ésta le presta el servicio
de acceso a su vasto (o pequeño) publico lector (o asiduo), por
ende, puede verlo como una simbiosis, la revista mantiene
publicaciones actualizadas, y usted va consiguiendo nuevos lectores.
Imagínese
como si en las ligas infantiles un niño de 8 años le pregunta al
coach: “muy bien, yo juego de segunda base, pero ¿cuanto me
pagará?”, obviamente, esta naciente estrella beisbolera se quedará
sin duda en el banco de reservas. No pasa igual con aquel que es
contratado para su entrenamiento en un equipo AAA para pasar a
Grandes Ligas. Pero todo nace, con la observación de sus habilidades
que se desarrollan paulatinamente haciendo lo que le gusta, hasta que
es “descubierto” por alguien.
Si
esto de trabajar por la oportunidad que le da otro de acceder a su
público (el cual se ha ganado a pulso con el tiempo y trabajo
constante), puede usted intentar crear un blog (tiene dos
herramientas gratuitas -ironía aparte- Blogger y/o Wordpress),
conseguir un nicho de mercado y empezar desde cero, tal vez, para el
2020 (sin invertir en publicidad), tenga suficiente público para
ganar algo, o utilizar un elevador como un sitio consolidado. Por
cierto, a los periodista que entrevistan, ¿Cuanto les pagan a la
persona que es entrevistada?, ¿Nada?, y entonces, ¿por qué
compartir el conocimiento?, seguramente, el médico, abogado o
analista entrevistado tambien debe estar de acuerdo con
#notrabajogratis.
Fíjense
que a pesar de ser una terrible realidad inicial, no lo es en el
mediano plazo, donde puedan ofrecer sus producciones a varios sitios,
que ya le conocen, de forma exclusiva por un tiempo y un costo
específico. O empezar el suyo propio, dejando de lado al
intermediario que permitió que usted fuera conocido.
En
Venezuela, Alberto Federico Ravell (lapatilla.com) y Nelson Bocaranda
(runrun.es), no sólo lo han hecho, sino que por la publicidad que se
puede apreciar en sus sitios respectivos, han sido exitosos. Pero,
luego de más de 30 años de esfuerzo, para conseguir un público que
le interese lo que tengan que decir, mientras los demas periodistas
(o creadores de contenidos) pueden seguir trabajando freelance en
sitios web, cuyo esfuerzo gratuito inicial ayude a consolidar su
existencia, y por supuesto, su rentabilización por medio de la
colocación de la publicidad local.
Una
vez el sitio tenga rentas o beneficios, es totalmente adecuado empezar a exigir una suma económica. Por ejemplo, en nuestra página
web (emprendovenezuela.net) tenemos tres categorías de escritores: la redacción (escritos
por mi persona), los colaboradores (aquellos que voluntariamente
envían artículos para su evaluación, edición y su posible
publicación) y las firmas (autores exclusivos, seleccionados entre los colaboradores que recibiran un
pago, estimado en moneda local y a cambio oficial vigente según parametros de 5 a 10 dolares
por artículo, por un periodo de exclusividad – y sólo, luego de
pasado este-), pero esta última categoria, depende directamente de
la posibilidad de monetizar la iniciativa, en caso de no conseguir
esponsor, no sería posible esta opción, hasta el primer pago
recibido por publicidad colocada. Si desea conocer la propuesta,
puede acceder a ella por este enlace.
El
sistema de Google Adsense, no es un medio para mantener ninguna
publicación, su sistema de pago es algo así como trabajar 40 horas
semanales para recibir el pago de 1 sola. Si quiere conocer un poco
más de la forma de pago de este sistema, le invito a leer este
enlace.
Por
ello, es importante apoyar y formar parte en la consolidación de los
nuevos medios digitales, para crear más opciones de trabajo, mejores
contratos publicitarios, mayor número de lectores y mejores pagos a
sus escritores, y si esto no se llega a materializar, pues
independizarse con el público nuevo conseguido. Mientras, trabaje
donde consiga, como le toca al médico, ingeniero, abogado,
carpintero, fotografo, entre otras profesiones u oficios en sus
inicios.
Suerte
periodistas, y bienvenidos a la internet 2.0
Fernando
Fuentes Pinzón
@emprendovzla
Postdata:
Adjunto tres enlaces a los artículos que han reflejado la situación
española del “#notrabajogratis”, recomiendo a todo periodista o
pichón de uno, que los lea.
- David Jimenez: Put...y Periodista.
- María José Carmona: Trafico de Caracteres e Historia del Circo (que cosa, ambas publicadas gratuitamente en su blog).
- Noelia Jimenez: #gratisnotrabajo (sin embargo, la publicación se da con licencia Creative Commons, para compartir gratis. Sólo pregunto, ¿cuanto habrá cobrado por ese artículo?).
1 comentarios:
Muy interesante tu comentario,
Estoy de acuerdo, yo agregaría al concepto los términos de Prostitución de la profesión o Prostitución del Periodismo. Cualquiera dice ser periodista en el mundo digital, sin importar si realmente estudiastes o no eso, ni siquiera las marcas verifican tu cualidad profesional, las culpables de la publicidad gratis Muchos en el medio digital se acercan por lo gratis, buscando ese estrellato para algún día cobrar, si tuvieran que pagar cambiaría el panorama. y el futuro ???? gratis para todos .... y entonces? de que vivimos?
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