El
sistema económico que domina en los más de 200 países del mundo es el
capitalismo, con excepciones como Cuba y Corea del Norte, sin embargo, a pesar
de parecer un bloque único, el sistema capitalista es variado en su
interpretación y en su ejecución.
En
un libro reciente, publicado por tres destacados profesores norteamericanos
titulado “Good Capitalism, Bad Capitalism”
se enumeran los cuatro tipos de capitalismo, que a juicio de los autores
existen en el mundo: El Capitalismo de Oligarquías, El Capitalismo
de Estado, El Capitalismo de Grandes Corporaciones
y el Capitalismo
Emprendedor.
En
esta primera entrega (de cuatro) vamos a tocar el Capitalismo De Oligarquías,
un ejemplo de capitalismo malo que es el que se presenta en países mayormente
petroleros como Rusia, países del Medio Oriente y lamentablemente el nuestro (Venezuela).
En
el sistema del Capitalismo de Oligarquías, se hace más aguda la teoría de Vilfredo
Pareto (su principio del 80/20), donde el 80% del poder económico y político se
encuentra en manos de menos del 20% de la población (castas políticas,
principalmente) y por el contrario, el otro 20% de ese poder queda a ser
repartido entre el 80% del resto de la población, lo que significa que el
acceso a los grandes negocios e ingresos de la nación se reserva únicamente
para los socios cercanos al gobierno, allegados, familiares y países amigos.
Como
resultado de este mal capitalismo que nos domina encontramos dos factores
importantes: (1) La falta de competencia, donde no importa si alguien es mejor que
otro, si de igual forma el que lo “tiene” que hacer debe ser alguien cercano al
grupo que gobierna el Estado y ello nos trae como resultado una cantidad de
obras inconclusas, empresas quebradas y fondos perdidos; y (2) La informalidad
económica, así , vemos como la manufactura, la agricultura, los
servicios, la ganadería por nombrar algunos sectores principales, bajan, pero
por otro lado aumenta el comercio gracias a las importaciones, que llegó en el
2012 a una cifra récord superior a los cuarenta mil millones de dólares ($ 40.000.000.000),
lo que ha colaborado con que el PIB haya subido más de 5% en Venezuela,
formando una gran ilusión, ya que no es lo mismo que una economía crezca a que
una economía engorde como nos está pasando, esto hace que la población por
necesidad comience a buscar oportunidades para combatir esa falta de acceso al
buen empleo y los empresarios a los buenos contratos, lo cual coincide
actualmente con el incremento del comercio informal, el cual ocupa a más 6
millones de personas en nuestro país.
Una
masa crítica de emprendedores se encuentra activa en la calle buscando
soluciones a los cientos de problemas que agobian a sus comunidades, con
presencia en barrios, urbanizaciones y sin ninguna distinción entre sí,
emprendedores comprometidos formando micro, pequeñas, medianas empresas y con
la convicción de que van a lograr un cambio.
Pero
ello pasa por cambiar del Capitalismo de Oligarquías al Capitalismo Emprendedor,
que es lo que permitirá a nuestra economía pasar de ser dependiente exclusiva de
materias primas e importaciones a promover industrias con valor agregado, al
mismo tiempo que podríamos hablar de incrementar nuestra materia prima más
importante que no es el petróleo sino ¡la creatividad y la perseverancia de los
venezolanos!, ese capital humano que se ha exportado durante los últimos años y
que no encuentra la hora de regresar a trabajar hombro a hombro con todos los
que acá estamos trabajando con las uñas para sacar a Venezuela adelante!.
A
generar capital intelectual, mayor igualdad social y un clima de confianza al
interior de nuestra sociedad, recordemos que los grandes inventos de la
humanidad no han sido creados por grandes firmas ni grandes gobiernos sino por
¡emprendedores!, así la electricidad, el automóvil, el avión, el Internet y
miles de inventos más son todas creaciones que han revolucionado el mundo
gracias a la creatividad y perseverancia de sus creadores.
Sin
embargo, para que este sector pueda triunfar se necesita el apoyo de los
diversos sectores que comprenden nuestra sociedad, familias que apoyen a sus
emprendedores, instituciones que brinden educación de primera, entidades que
den acceso a capital, son solo algunas de las tareas que debemos comenzar a
engranar todos juntos, ya que sin importar clases sociales hemos encontrado los
venezolanos el título que nos arropa a todos y nos lleva a un futuro de prosperidad
y trabajo en equipo: “Los Emprendedores”.
Luis Miguel Colmenares Márquez
@lmcolmenares
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